Somos testigos de una emocionante discusión sobre el arte y cómo se mide su valor. ¡Y vemos a Schotty fuera de sí!

Schotty y la galerista discuten sobre la credibilidad y el valor de las obras de arte y los artistas. Observamos dos posiciones opuestas, pero al final, de alguna manera, parecen coincidir en una que otra opinión.

En la conversación con la galerista, Schotty reconoce que la opinión propia puede estar influenciada en gran medida por la de los demás. También decide comprar el cuadro del señor Kirschelich para Merle, sin embargo, su precio ahora ha cambiado.

Schotty paga su salchicha al curry con un billete de cinco euros muy especial, que resulta ser parte de una obra de arte muy cara de la galería...

¿Habrá un final feliz? El billete de cinco perdido reaparece, Schotty recibe un regalo sorprendente y la persona más honesta termina quedando como una delincuente.

Este anuncio muestra el cambio de identidad que produce una barra de Snickers. ¡Que os divirtáis!

Giulia Enders, estudiante de medicina, convence a la audiencia en el Science Slam en Berlín con su actuación cómica sobre el tubo intestinal.

En la segunda parte del discurso de Giulia Ender en el Science Slam, ella profundiza en la cuestión más importante: ¿El intestino tiene algo que ver con nuestro mundo emocional?

Los suizos aman la naturaleza y sus montañas. Están muy orgullosos de ellas. No te pierdas este spot si quieres saber cómo consiguen mantener su entorno impecable y así de bonito. También puedes visitar Schweizer Felsenputzer para informarte mejor aún.

Ivana, alumna de segundo curso, y Sabine, alumna de tercer curso, del colegio de educación primaria de Hochstetten nos recitan el poema ‘Goldene Welt’ (Mundo dorado) de Ingeborg Schuldt-Britting.

Sabine nos cuenta este simpático chiste sobre unos pingüinos. ¡Disfrútalo!

Un chiste del "Jaimito" alemán, Fritzle. ¡Seguro que te hace gracia! ¡Que te diviertas!

Los duros comienzos de San Cristóbal, patrón de los viajeros y conductores, para conseguir más respeto en el tráfico rodado.

Los conductores en Dresden nunca han visto este semáforo en verde, y es que lleva en rojo desde hace ya 25 años. ¿Suena una locura? ¡Lo es! Pero no para todos...

Se completó un tramo de la autopista A26, pero sólo se abrió para un sentido de circulación. El estado de Baja Sajonia teme ahora una ola de demandas y un caos de tráfico.