Lutz van der Horst visita la cumbre digital del gobierno federal y da rienda suelta a sus temores difusos.

Cuando se piensa en la crisis climática, la esperanza no es la primera palabra que viene a la mente. Sin embargo, también hay desarrollos que podrían dar un poco de ánimo. En este contexto, se presentan cinco ejemplos.

La situación parece desesperante. ¿Cómo van a cruzar ahora la grieta? De repente, Harpo empieza a correr... ¡Los últimos metros hasta la cima son dramáticos y extremadamente conmovedores!

¿Continuarán Mark y sus compañeros el ascenso? El grupo se lleva una desagradable sorpresa que podría ponerlo todo en peligro...

Cuando el grupo se entera de quién es el responsable de la fuga de Wolf y con ello de que se canceló el ascenso, las cosas se salen de control.

A la mañana siguiente, el grupo madruga para hacer su última etapa hasta la cumbre. Sin embargo, Wolf no está. Lisa quiere continuar, pero Martin decide que hay que descender de inmediato.

¿Habrá un final feliz? El billete de cinco perdido reaparece, Schotty recibe un regalo sorprendente y la persona más honesta termina quedando como una delincuente.

Luego de quedar atrapados en la tormenta y con una necesidad desesperada de refugio, los dos excursionistas de antes irrumpen repentinamente en la cabaña. Demuestran ser tan irrespetuosos como siempre y Wolf decide que no lo tolerará...

Schotty paga su salchicha al curry con un billete de cinco euros muy especial, que resulta ser parte de una obra de arte muy cara de la galería...

El grupo se ve atrapado en una borrasca y la tensión aumenta cuando algunos comienzan a perder la esperanza de encontrar el vivac. Por otro lado, ocurre una situación muy especial entre Wolf y Lisa.

En la conversación con la galerista, Schotty reconoce que la opinión propia puede estar influenciada en gran medida por la de los demás. También decide comprar el cuadro del señor Kirschelich para Merle, sin embargo, su precio ahora ha cambiado.

Mark y Wolf se cuentan cómo llegaron a sus respectivas situaciones, Rosi está enamorada y Rocky demuestra ser un genio de la ingeniería.

Schotty y la galerista discuten sobre la credibilidad y el valor de las obras de arte y los artistas. Observamos dos posiciones opuestas, pero al final, de alguna manera, parecen coincidir en una que otra opinión.

La velada en la cabaña comienza alegre y festiva. Todos están de buen humor y Wolf baila con Lisa al ritmo de música española. Sin embargo, eso no sienta bien a todos.

Somos testigos de una emocionante discusión sobre el arte y cómo se mide su valor. ¡Y vemos a Schotty fuera de sí!