Florian y Natalie tienen una experiencia de buceo inolvidable. A continuación, viajan a la costa del sur de Holanda a otro espectáculo fascinante.

Florian y Natali ayudan a Joop y Felicia Stahlenburg a colocar tipis bajo el agua como lugares de desove para las sepias, ya que de lo contrario nadan en las peligrosas trampas de los pescadores.

En este episodio conocemos a otros habitantes del fondo marino del Oosterschelde y vemos al lumpo, cangrejo y calamar en época de apareamiento.

Florian y Natali vuelan sobre el singular y único Mar de Wadden. A pesar de su diversidad de fauna, para los dos buceadores no hay mucho que ver en el agua turbia y de poca profundidad. Por ello continúan a Helgoland, la única isla rocosa de Alemania en alta mar, donde se encuentran con las juguetonas focas grises.

Aunque la pintarroja es difícil alimento para la foca gris, debido a su piel áspera, ésta se acerca para comprobar que no es comida para ella.

Florian y Natali tienen suerte y pueden observar marsopas frente a la costa oeste de la isla de Helgoland. Buceando se encuentran con otras criaturas marinas fascinantes.

Gracias al subsuelo rocoso, frente a Heligoland se ha formado un ecosistema marino con diversas extrañas criaturas. Florian y la biólogo Karin Boos se han acercado para ver esto con más detalle.

Después de observar de cerca en un pequeño acuario el nacimiento de cangrejos fantasma, Florian y Natali se sumergen de nuevo en el mar de Heligoland para observar las criaturas marinas nocturnas.

Después de la noche de buceo frente a la costa de Heligoland, en la que los dos biólogos, Florian y Natali, se encuentran con numerosos animales marinos, tales como cangrejos fantasma, bacalaos y una encantadora sepiola, su viaje llega a su fin.