A Christian se le ocurre una idea peligrosa de cómo huir...

Dado que el frente del este ha sido ahora atravesado por las tropas soviéticas, existen dudas si no es ya demasiado tarde para un atentado a Hitler. Stauffenberg empieza a considerar la opción de cometer el atentado él mismo.

Christian consigue cruzar a Berlín Oeste nadando a través del lago Groß Glienicker, sin embargo, Heidi no va con él. A Rüdiger, aún en la prisión, le ofrecen una nueva pero extraña opción.

El príncipe Dietbert, el cuarto y menor hijo del rey, muestra poco interés por las cosas, excepto cuando se trata de las mujeres. Hoy, en el día de su decimoctavo cumpleaños, su vida cambiará radicalmente...

Mientras el príncipe rana es atrapado en un campo, Anna está emocionada por saber que pronto va a conocer a un campeón mundial de esgrima...

A diferencia de Anna, Mary quiere tener un novio. El hermano de Anna ha cazado una rana, cuyo nombre deja a Anna de repente pensativa.

El plan de Stauffenberg de realizar el atentado el 15 de julio inmolándose a sí mismo, al final no tiene éxito. Pero poco después, Stauffenberg obtiene una nueva oportunidad.

En este final de la historia veis que ocurrió con Rüdiger y el resto de los compañeros del grupo y lo que hace cada uno de ellos hoy en día.

Anna consigue salvar a la rana de su hermano y decide besarlo...

Stauffenberg consigue infiltrar solamente una de las dos bombas en la reunión con el Führer y pide que se le permita estar cerca de Hitler.

Anna se encuentra ahora frente a un problema: ¿cómo va a explicar a su entorno, especialmente a su familia, quién es Dietbert?

Stauffenberg consigue introducir la bomba en el cuartel general y colocarla cerca del Führer.

Cuando Eva Sonntag recibe la confirmación para un trabajo, el correo electrónico llega a la persona equivocada. Ésta decide hacerse pasar por Eva Sonntag, al fin y al cabo, ¿qué podría salir mal?

Sólo una de las dos bombas explota, dejando a Hitler con tan sólo alguna lesión leve. Gobierna un estado de confusión general, ya que los conspiradores daban a Hitler por muerto.

Dietbert recibe nueva vestimenta y un nuevo peinado, pero mantiene hábitos extraños. Mientras tanto, Anna trata de obtener el permiso de su madre para hospedar a Dietbert en casa.