Selma y Lisa hablan por teléfono. Lisa todavía está de vacaciones y disfruta del buen tiempo. Mientras hablan, Selma descubre algo que nadie esperaba.

Katja le cuenta a su madre que la policía encontró el arma homicida que mató al padre de Katja. Mientras tanto, la esposa del principal sospechoso es llevada para ser interrogada.

Joe, el antiguo compañero del padre de Katja, le ofrece a Katja hablar con la señora Starke. Mientras tanto, Nicki discute con su padre y los compañeros de la comisaría deciden realizar un registro domiciliario en casa de la señora Starke.

Mientras habla con su tío, Oskar hace un balance de su vida y comienza a llorar, lo que su tío atribuye a un corazón roto.

Inge no está muy entusiasmada con la ropa de Nico. Pero, qué se le va hacer, si sus cosas están en su bolso desaparecido. Lo que Nico no sabe: el bolso aparecerá pronto.

La señora Starke ha encontrado un diario que exculpa a su marido. Los oficiales descubren que el señor Starke estuvo en una celda toda la noche y, por lo tanto, no puede ser el culpable. Katja está confundida, cuando Joe la llama de repente.

Yvonne quiere poner en venta su piso, sin embargo, en los documentos ella no es la única propietaria. Oskar está tan estresado durante la presencia de su hermano, su tío y la madre de Yvonne, que Vilo puede leer inadvertida su carta a Yvonne.

Selma y Nico descubren que a pesar de que el teléfono móvil y el pasaporte de Nico están en el bolso, faltan dos piezas de ropa. Selma le propone ir a la ciudad y comprar ropa nueva.

Joe le cuenta a Katja que su padre realmente se suicidó. Los compañeros en la comisaría intentan encontrar información sobre lo que ocurrió con el arma esa noche, cuando de repente suena el teléfono.

Oskar tiene por fin el coraje de decirle a Danuta, la madre de Yvonne, que es ella la causa del mal estado emocional de su hija. Danuta, a la cual no le sienta nada bien, cree que ha encontrado su bote de medicina...

Selma lleva a Nico de compras y encuentra varias vestimentas que le gustan para Nico. Los dos se llevan bien, tan bien que Selma le da a Nico su número de teléfono.

Katja se emborracha en un bar y sus compañeros la llevan a casa. Mientras tanto, Lothar entrevista a Joe acerca del supuesto suicidio de Paul.

Oskar descubre de una manera extraña que no está enfermo y no se está muriendo. Así que todavía tiene la oportunidad de confesar su amor a Yvonne.

Nico llega a casa de Inge, la cual tiene una sorpresa para él. Ha buscado ropa que alguna vez perteneció a su difunto esposo. Nico se la prueba y... ¡mira lo que sucede!

Joe le sugiere a Katja que haga desaparecer el arma homicida. Sin embargo, cuando Katja habla con sus compañeros Ben y Lothar, los tres dan con una terrible sospecha.