Lilly y su amiga miran viejas fotografías de los padres de Lilly. En Berlín Este, Lena y Rolf intentan encontrar la manera de ayudar a Lilly, cosa que la situación política no permite.

Nico y los compañeros de piso piden pizza y descubren que alguien ha respondido en las redes sociales a la fotografía de la tienda de bicicletas de su tía.

La policía duda de que Torben Witt haya prendido fuego al coche de la Sra. Claassen y sospecha ahora de ella. Ina Grote se encuentra con Onno. ¿Cómo reaccionará?

Pascal llega a casa y conoce a Lena. A la mañana siguiente, Lilly sale corriendo de la clase para llegar a la estación de trenes a tiempo y pedirle a Lena que la lleve con su familia.

En la cocina, Nico muestra a Nina y Sebastian la foto de su tía Yara. A Sebastian se le ocurre una buena idea para averiguar la dirección de Yara.

Ina Grote entra en su tienda cuando ve a Onno Wulf con el lector de tarjetas. El coche de Frauke Claassen ha sido incendiado y el departamento de bomberos encuentra el mechero de Torben al lado del coche quemado.

Lilly ve a su tía por primera vez en su vida y ya tiene que despedirse de nuevo de ella, sin saber cuándo se verán de nuevo.

Nico puede vivir durante los próximos días en la casa compartida de Lisa. Él se entiende bien con sus compañeros de piso, quienes están preparando una fiesta.

Harry, Henning y Lothar encuentran el historial criminal de Onno Wulf y advierten a Ina Grote. Harry descubre que Lothar irá al programa de entrenamiento por el cual ella se interesó y se enfrenta a Dirk.

Nico y Lisa van a la comisaría, donde el padre de Lisa registra la poca información que Nico puede darle.

La polizia va al negozio di Ina Grote per saperne qualcosa in più sul caso della truffa con le carte di credito. Intanto la signora Claassen chiede alla polizia di rimuovere le pattuglie di sorveglianza da casa sua.

Lena logra asistir al funeral de su hermana pequeña. Allí conoce a su sobrina Lilly por primera vez.

A Nico se le ocurre la gran idea de llamar a un programa de radio en directo para contarles de su bolso desaparecido.

Lothar y Henning encuentran un vínculo común en el problema de sus tarjetas bancarias, mientras que en otra escena la situación estalla entre Frauke Claassen, su hija y Torben Witt.

Después de la muerte de su madre, Lilly no sabe dónde vivirá en el futuro. A ella le gustaría vivir con la pareja de su madre.