Anton Reyst de la WWF viaja a la Bahía de Hudson en el norte de Canadá para conocer de primera mano los efectos del calentamiento global en el paisaje y la vida silvestre allí.

Necesitamos bosques, específicamente bosques primarios, donde los árboles puedan crecer, vivir, envejecer y morir naturalmente, en lugar de ser cosechados en la plenitud de sus vidas. Por eso el WWF posee áreas de conservación de la naturaleza en Alemania donde están surgiendo los bosques primarios del mañana. Aquí preservamos el ciclo de la naturaleza y la vida.