Al final, solo queda el amor. Es muy hermoso verlo en esta parte. Y algunas lágrimas ruedan fácilmente. Especialmente durante esta maravillosa canción.

Poco antes de la última parada en el Oeste, Rudolf revela su pasado reprimido. Sabine, la gimnasta, toma una decisión valiente y Sascha se queda solo en el tren sin sus amigos.

Este episodio es muy emotivo, ya que las inminentes despedidas se convierten ahora en una realidad inmutable en la estación de tren de Ludwigsstadt.