Sólo una de las dos bombas explota, dejando a Hitler con tan sólo alguna lesión leve. Gobierna un estado de confusión general, ya que los conspiradores daban a Hitler por muerto.

Stauffenberg consigue introducir la bomba en el cuartel general y colocarla cerca del Führer.

Stauffenberg consigue infiltrar solamente una de las dos bombas en la reunión con el Führer y pide que se le permita estar cerca de Hitler.

En este final de la historia veis que ocurrió con Rüdiger y el resto de los compañeros del grupo y lo que hace cada uno de ellos hoy en día.

El plan de Stauffenberg de realizar el atentado el 15 de julio inmolándose a sí mismo, al final no tiene éxito. Pero poco después, Stauffenberg obtiene una nueva oportunidad.

Christian consigue cruzar a Berlín Oeste nadando a través del lago Groß Glienicker, sin embargo, Heidi no va con él. A Rüdiger, aún en la prisión, le ofrecen una nueva pero extraña opción.

Dado que el frente del este ha sido ahora atravesado por las tropas soviéticas, existen dudas si no es ya demasiado tarde para un atentado a Hitler. Stauffenberg empieza a considerar la opción de cometer el atentado él mismo.

A Christian se le ocurre una idea peligrosa de cómo huir...

El joven capitán Axel von dem Bussche ha presenciado el brutal asesinato de miles de personas judías por parte de los nazis. Es por eso que se une a Stauffenberg en el plan de cometer un atentado suicida contra Hitler.

Mientras que Bärbel y Rüdiger son encarcelados, la vida de sus antiguos compañeros de clase avanza de forma más positiva.

Las primeras horas después del atentado deben ser planificadas cuidadosamente, ya que no puede haber contracomandos.

Después de su fallido intento de escapar al Oeste de Berlín, Rüdiger es detenido y llevado a prisión, donde se ve expuesto a duros interrogatorios y separado de su hermana.

El asedio contra Alemania está aumentando, la resistencia contra Hitler crece y el tiempo apremia, pero no es fácil encontrar más conspiradores. Sin embargo, el regreso de Claus Schenk von Stauffenberg a Berlín podría ser útil.

Mientras sus compañeros de clase en el Oeste se gradúan, Rüdiger y Christian se resignan con la vida en Berlín Oriental después de fallados intentos de huída. No obstante, siguen surgiendo problemas, especialmente para Rüdiger...

Gersdorff trata de convencer a varios generales de alto rango para que se unan a su plan, pero no todos piensan que un golpe de estado es la mejor solución para salvar a Alemania de la caída.